Estrecho, encajonado, selvático, muy sombrío y húmedo, con ambiente. El problema radica en que el pueblo de San Román vierte sus aguas sin una correcta depuración al río, lo que supone que salvo en periodos de lluvias en los que el caudal limpia, el resto del tiempo es mejor no entrar. Además es un barranco que obliga a combinación de coches.
Dicho esto se trata de un bonito descenso a realizar en primavera, cuando lo disfrutaremos plenamente.
Por la N625 Riaño a Cangas de Onís. En el pk 139,5 nos encontraremos con Camporriondi, en donde aparcaremos el coche de retorno. Con el coche de acceso iremos hasta el p.k. 144 hasta el puente Precendi, desde donde sale la carreterilla a San Román. Aparcaremos en el mismo pueblo de San Román
Descripción de la Actividad
Serie de pequeños rápeles a lo largo de este estrecho y sinuoso callejón. Muy bien formado y excavado por el agua, sus formaciones nos harán a detenernos muchas veces.
Descripción del Retorno
Cuando se abre el barranco, antes de la confluencia con la riega de Guspiagu, podemos salir por la izquierda, seguiremos un senderito que nos saca de la foz para luego ya bajar al pueblo (recomendado). Si tenemos constancia de que no van a realizar paradas en la central y, por tanto, la tubería no va a desaguar, podríamos seguir y hacer un par de rápeles más hasta la central.